Después de un largo viaje de cuarenta años en un autoplaneta cedido por sus amigos nahumitas, bautizado con el nombre de Rayo en homenaje al mítico navío que construyera su glorioso antepasado, Miguel Ángel Aznar y sus compañeros llegan por fin al Reino del Sol, comunicando confiadamente por radio su identidad.
© José Carlos Canalda 1998.
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